Contratos de Coaching

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CONTRATOS DE COACHING

En este artículo, no voy a dar ejemplos de contratos de coaching, ya que puedes encontrarlos en este post un modelo de contrato de coaching personal y en este otro post un modelo de contrato de coaching en empresas o ejecutivo.

¿Por qué son importantes los contratos de Coaching?

Considero que primero es importante concientizar la necesidad de realizar los contratos de coaching.

Aquí encontrarás las 4 resistencias más comunes de los coaches para firmar contratos de coaching. Espero que sirva para una toma de conciencia de la importancia de realizar los contratos de coaching.

NOMENCLATURA DE LOS CONTRATOS DE COACHING

COACH: El profesional que ejerce Coaching

COACHEE: El cliente que recibirá Coaching

SPONSOR: Una tercera parte que regula el contexto del contrato de coaching, como pagos, tiempos, lugar, etc. Por ejemplo, el departamento de recursos humanos de una empresa.

CONTRATO DE COACHING: Acuerdo entre el coach y el coachee donde se estipulan los lineamentos generales a seguir durante el proceso de coaching. Puede ser verbal o escrito

INTRODUCCIÓN A LOS CONTRATOS DE COACHING

contratos de coaching personal

Este artículo tiene como objeto brindan un marco o esquema que sirva de guía para que, los coaches en ejercicio de la profesión, puedan realizar contratos de coaching con sus coachees.

CONTRATO VERBAL

Valga la siguiente aclaración: para establecer un contrato de coaching entre las partes intervinientes, no es necesario hacerlo por escrito. Si Juan y Pedro establecen un acuerdo verbal, tienen un contrato implícito, que no tendrá validez legal, pero sí un compromiso ético y moral, derivado de una promesa entre ambas partes.

CONTRATO ESCRITO

La diferencia del contrato de coaching escrito, es que, de no haber falacias u omisiones que lo impugnen, tendrá una validez legal, que puede dar lugar a un reclamo ante los tribunales correspondientes.

De cualquier manera, en mi experiencia, los contratos de coaching, NO se realizan para ir a los tribunales, sino para tener una guía a dónde recurrir, en caso de dudas o incumplimiento, y que las dos partes (tres, si participa el “Sponsor”) puedan resolver sus diferencias.

LAS 4 RESISTENCIA A LOS CONTRATOS DE COACHING

resistencias a los contratos de coaching iafi

Gran parte de los Coaches que conozco se rehúsan a la confección de un contrato. En general, la retroalimentación que he recibido, se relaciona con:

  • Es inoportuno hacer un contrato (fuera de lugar, mal visto)
  • Falta de tiempo
  • No es necesario porque todo está claro
  • Una creencia de incomodar al coachee, o miedo a perder al cliente.

TODO ES CUESTIÓN DE CREENCIAS

En la medida que fui estableciendo contratos de coaching con mis coachees, puedo afirmar que nunca he tenido una experiencia negativa. Ha sido siempre un pilar fundamental para llevar adelante y reforzar la relación coach – coachee. Es necesario para ello, derribar los prejuicios sobre los contratos de coaching.

DESAFIANDO LAS RESISTENCIAS A LOS CONTRATOS DE COACHING

CONTRATOS DE COACHING – RESISTENCIA 1: Inoportuno y fuera de lugar

Se trata de una creencia del coach más que del coachee. El juicio predominante es que, solicitar la redacción de un contrato, pueda sorprender al coachee y que juzgue al coach como desconfiado.

Y si esto pasara, son las habilidades lingüísticas del Coach las que se tienen que poner de manifiesto para poder explicar adecuadamente los fines del contrato.

Ejemplo: Juan, el coach, ha acordado con Pedro, el coachee realizar unas 5 conversaciones para alcanzar un objetivo deseado por Pedro. Han acordado la primera conversación para la próxima semana. La relación es muy buena, por lo cual parece que no habría ningún problema.

Juan desea dejar todo esto por escrito, pero piensa que Pedro podría recibirlo de mal manera. Juan solicita conversar con Pedro y dice:

“Pedro, respecto a las conversaciones de coaching que vamos a tener, me he tomado el trabajo de escribir todo lo que acordamos, de manera que, si algún día surgiera una diferencia de conceptos o malos entendimientos, podremos recurrir a este contrato de coaching, que será una guía durante este proceso. En mi experiencia es de suma utilidad y me preguntaba si tendrías algún problema en ambos los firmemos”

NEGATIVA POR PARTE DEL COACHEE

Si Pedro se niega a firmar el contrato de coaching, mi sugerencia para el coach es preguntarse ¿Qué estaría impidiendo que Pedro no quiera firmar el contrato?

Debo advertir que, en algunos casos, el hecho de que el coachee no quiera firmar el contrato, puede deberse a la negativa de asumir un compromiso.

En este caso, y como ha quedado demostrado en la experiencia de los coaches en ejercicios de la profesión, si el coachee no asume compromisos, los resultados se verán muy afectados. Y corres el riesgo de que el coachee, sin intención, pero a través de su propia imposibilidad de ver, te haga responsable.

Te lo diga o no, (en general, no lo dirán y nunca te enterarás) el coachee no tiende a decirse “No he asumido compromisos”, tiende a proyectar en el coach.

CONTRATOS DE COACHING RESISTENCIA 2: Falta de tiempo

No nos engañemos. La falta de tiempo para firmar un contrato no existe. Lo que existe son las prioridades. Si supieras que firmando el contrato de coaching ganas lo que ganas en un año, tendrías todo el tiempo.

Afortunadamente, los coaches pueden entender esto más fácil que los coachees. Si el que no tiene tiempo es el coachee, será una buena oportunidad para el coach poner límites, saber decir “no”, o cualquier otro aspecto que deba trabajar como el coach que es.

Insisto, si el contrato no se firmó, por falta de tiempo, las causas son otras. Ya decía Freud que dudemos las explicaciones que nos damos o que no dan.

CONTRATOS DE COACHING RESISTENCIA 3: No es necesario porque está todo claro y hay confianza

Creo que este es el punto más difícil de desafiar. Es muy fácil caer en la tentación de no firmar el contrato de coaching. Si está todo claro, para que perder tiempo, incomodar al coachee o correr riesgos de que no quiera hacerlo. Es decir, esta resistencia, es el apoyo de todas las demás.

En mi carrera como coach, esta fue la creencia que más tuve que desafiar. Afortunadamente, en mi presente, cuando aparecen situaciones del tipo “está todo claro”, es el momento en donde más me activo para firmar un contrato de coaching.

Ya sea que conoces al coachee con anterioridad, o que llego a ti recomendado por una gran persona, o que el primer contacto fue fluido y se trasmitió una buena empatía, no caigas en la trampa de que siempre será así.

Si bien es probable (y muchas veces sucede) que todo fluya, pero… ¿y si no? No solo no tendrás donde recurrir para solucionar cualquier imprevisto o malentendido, sino qué, existe el riesgo de perder una buena relación con otra persona a raíz de esto

PRIMER PASO:

Lo primero que hay que entender y asumir, es que, no somos los mismos en armonía y paz, que en conflicto. Aquella cara dulce y angelical puede transformarse en tu demonio si existiera un reclamo de por medio.

Tú mismo puedes ser ése que se transforma. Recordemos que los estados de ánimo son un filtro. Si existen diferencias o malos entendidos… ¿desde dónde harás coaching con ese coachee?

SEGUNDO PASO:

Lo segundo es comprender que, aunque muchas cosas puedan estar claras, hay otras que se escapan de tu observación, y que probablemente no lo están. ¿Qué pasa si el coachee no se presenta el día de la conversación? Puede que te digas: “lo asumiría yo”, pero… ¿qué pasa si no se vuelve a presentar?… ¿hasta dónde asumirías?

¿qué pasa si a través de las conversaciones, el objetivo se modifica, y sientes que no estás preparado para conversar sobre eso? ¿O qué pasa si el coachee asume que puede llamarte en cualquier horario? ¿Y si el coachee cree que puede cambiar los horarios repetidamente y sobre la hora?

Cuando te sientas a redactar un contrato de coaching, comienzas a darte cuenta que hay muchos aspectos que no se habían contemplado.

CONTRATOS DE COACHING RESISTENCIA 4: Miedo a perder al coachee.

Yo tengo un lema que dice “lo que sucede conviene”. Con ese lema confío en que, cuando algo no sale como lo esperaba, es una oportunidad para que aprenda.

En mi experiencia, mostrarle un contrato de coaching a un coachee, siempre ha sido bien visto para la relación. Habla de que somos profesionales.

En contrario a lo que se cree, mostrar un contrato nos brinda la posibilidad de ser más técnicos, detallistas y transmitir una imagen profesional.

Como mencioné en la resistencia 1, se trata de ser hábiles para presentar el deseo de firmar un contrato.

Si no tienes confianza, y es la primera vez que una persona será coachee, no sería bueno que se lo envíes por correo sin explicación alguna.

Nunca me ha pasado de perder un coachee por la firma del contrato. Me ha pasado de que quieran tener más información.

Y siempre respondo “es una forma de evitar malos entendidos, es un lugar donde podemos recurrir en caso de que existiera alguna diferencia en el marco de esta relación que estamos iniciando”

REGLAS IMPLÍCITAS VERSUS REGLAS EXPLÍCITAS

Las reglas implícitas son aquellas que se asumen, que se suponen, pero nunca fueron enunciadas. Las reglas explícitas son las que se manifiestan a todos los involucrados, y se recibe el acuerdo por parte de ellos.

Si bien las reglas implícitas tienen algunas ventajas, en la historia de la humanidad, las reglas implícitas han sido causales de grandes conflictos.

Muchas guerras se han iniciado por falta de reglas claras, la economía de un país se ve conflictuada por falta de regulación y leyes por parte de los Gobiernos, pero principalmente, esto se ve en las familias.

¿A quién de nosotros no nos pasó, siendo niños, que no había que hablar de ciertas cosas de la familia? Como por ejemplo del tío que murió, del ex esposo o esposa de alguno de nuestros padres, del alcoholismo de un familiar, de la prima que abortó, etc. ¿Cuántas veces nos han dicho eso no se hace? Pero sin saber cuándo, dónde y por qué.

Cuando las reglas se asumen, hay un alto grado de asumirlas mal. Cuando las reglas son claras, se conversan, se comprender y se acuerdan, los sistemas funcionan mejor.

Sean estos sistemas naciones, organizaciones, familias, amistades o, como en este caso, una relación contractual entre un coach y coachee.

Me permito este consejo: en este camino de formación en el mundo del coaching, en donde el lenguaje es una de las mayores habilidades que tiene el coach, utilízalo para establecer reglas claras y explícitas. Y uno de las mayores herramientas para llevar adelante esto, son los contratos de coaching

Repito que ya hemos publicado un post con modelos de contratos de coaching personal y otro con modelos de contratos de coaching empresarial

Ing. Axel Persello

Professional Coach (PCC) por ICF

Trainer en PNL, Fellow Member Trainer de IANLP

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